Alejandra platica que estaba en su trabajo y cerca del mediodía, recibió una llamada de su hijo en el que le decía que los tenían a él y a su hermanita y que se los iban a llevar y posterior a ello colgaron, de inmediato se fue a su casa para ver qué pasaba, pero al llegar ahí su casa estaba revuelta y con una nota que decía los Z, asustada le llamó a su esposo quien le comentó que también a él le habían llamado, sin embargo trataron de calmarse y llamaron a la policía
"Estaban amenazando a mi esposo que si no se les depositaba los iban a mandar, dicen a poco quieres a tu niña en una bolsa te la vamos a mandar, bueno así como ellos saben amenazar de feo".
Comenta que conocidos habían pasado por una situación semejante por eso ellos trataban de estar calmados, aunque sus niños no aparecían. La policía recomendó que esperaran y cuando volvieran a llamar, rastrear la llamada y así lo hicieron encontrando que la llamada venía de Nuevo León y la policía enfrentó a los delincuentes que llamaban.
Comenta que la forma de operar fue primero llamar a su casa
"A Ángel le dijeron que estaban hablando porque su mamá estaba en peligro ahorita la están amenazando con un arma a ella y si tu hablas, queremos ayudarte a que la protejas nos vas a sar el número de teléfono, en qué trabaja , lo engatusaron y él por según protegernos a nosotros"
Le ordenaron desordenar su casa, dejar la nota y salirse e irse, además le dijeron que debería apagar el teléfono celular.
"Le dijeron a Angel que prendiera el teléfono cada 10 minutos exactamente, si empezaron a la una a la una 10 tienes que prender el teléfono y nosotros te vamos a hablar y si en cuanto lo prendía entraba la llamada porque le estaban marca y marca para que cuando nosotros marcaramos no entrara la llamada, para que la primera llamada fuera la de ellos".
Los niños obedecían y de esta manera no tenían comunicación con nadie. Fueron casi 6 horas de angustia, pero con su experiencia en este tipo de casos los policías dedujeron que los chicos podrían estar en centros comerciales, cines y se montó el operativo para localizarlos, encontrándolos en el departamento de juguetería de una tienda departamental, asustados, pero sanos y salvos y sin que ella y su esposo tuvieran que depositar nada.