En Colima y Villa de Álvarez los principales conflictos entre vecinos tienen que ver con el volumen de la música, la basura, obstrucción de cocheras o el descuido de las mascotas. En la mayoría de estos, tienen que intervenir los juzgados cívicos para evitar que la problemática escale y ponga en riesgo a alguna de las partes.
"Estamos muy conscientes que existe una línea muy delgada entre un conflicto vecinal e incluso a la comisión de un delito penal, me atrevo a decir que nuestro Centro de Justicia Cívica aporta a la Fiscalía del Estado el que no se rebase la posibilidad de la comisión de un delito".
En Villa de Álvarez, en 2024 el 97% de las quejas realizadas llegaron a un acuerdo con la intervención del juzgado cívico, esto quiere decir que las charlas del buen vecino que se llevan a cabo en las 189 colonias del municipio han funcionado.
"No es que no existieran las quejas, sino que ahora la gente está mejor informada, sabe mejor el procedimiento, les estamos incluso mencionándoles el sitio, hemos llevado a cabo algunas mediaciones y están teniendo acceso a la justicia".
Una vez que llega una denuncia a los Centros de Justicia Cívica, se cita a las partes para que, con apoyo de un mediador se pueda llegar a un acuerdo o convenio para dar solución al conflicto, de no ser así, interviene un Juez para dictar la sanción correspondiente, la cual puede ser desde una multa económica, arresto o trabajo en favor de la comunidad.