Al cumplirse 18 años del sismo del 21 de enero de 2003, frente a las costas de Colima, con una magnitud de 7.6, ciudadanos reconocieron que fue a partir de ese momento que comenzaron a realizar su plan familiar de prevención.
"Aquí en Colima lo que más vivimos son temblores y pienso que ya estamos preparados ya sabemos cómo debemos de actuar en un temblor/de hecho yo tengo mis documentación todo, cualquier cosa, de hecho a mis hijos les he dicho no corro, no grito, respaldarse en algo donde no haya paredes".
"Ya ahorita tenemos más conocimiento de un temblor lo que tenemos que hacer en esos casos, no correr, alejarnos de donde pueda caerse algo, cerrar el gas porque es muy peligroso/en las casitas que vivimos no son tan grandes pero ahora sí salir en un punto de reunión donde no haya tanto peligro y ya tenemos más conciencia de eso".
"Hay que estar preparados y cuando menos tener los documentos a la mano porque es lo que más le interesa a uno, porque se extravían, se le puede caer a uno la casa y ya no supimos dónde quedaron y está uno prevenido más que nada/nosotros nos hemos puesto de acuerdo que siempre hay que ponernos en las orillas de las casas si no hay para donde salir en la puerta pónganse y no se muevan de ahí".
Los colimenses, además compartieron cómo vivieron aquel momento histórico en el estado.
"Fue impresionante los hechos en Colima, se veía desolado todo aterrador, la verdad fue impresionante".
"Fue muy traumante, se me vienen los recuerdos porque yo estaba embarazada, tenía 5 meses y a mi suegro que estaba enfermo de cáncer y era en la noche y estaba dando de cenar, tenía la estufa prendida, corrí cerré el gas y me paralicé y luego había réplicas y mis hijas estaban chiquitas".
"Lo viví con mucho terror, soy muy nerviosa por los temblores de verdad y este pues incluso en ese tiempo mi madre falleció a consecuencia de un infarto de la impresión del susto, pero pues estamos en una ciudad sísmica en donde en cualquier momento puede venir uno bueno".