Hace diez años Jesús Fernández Álvarez, originario de León Guanajuato decidió instalar su negocio de reparación y fabricación de calzado en la zona Centro de Colima.
Este oficio lo aprendió de su padre, quien toda su vida se ha dedicado a esta actividad.
"Nos trajeron aquí a mí y a mi hermana a Colima a fabricar calzado y nos gustó el lugar y a parte había buen mercado y nos gustó aquí empecé a ver que comenzó a funcionar este oficio".
A pesar de ser licenciado en mercadotecnia, decidió enfocarse a esta actividad en la que dijo, ha podido emplear sus conocimientos profesionales. Además, de ser dueño de sus tiempos y ganar lo que él quiere.
"Aquí es muy flexible los horarios, yo puedo ganar lo que yo quiera dedicándome a mi trabajo y me dediqué más a esto/que no se acabe este tipo de oficios más que nada ya son pocos los que se van quedando con esto no se debe perder".
Fernández Álvarez asegura que en este oficio siempre se aprende algo nuevo, además, le gusta arriesgarse y dejar satisfechos a sus clientes, ya que, además de fabricar, repara calzado, talabartería, tapicería de automóviles y todo lo que tenga que ver con piel.
"He hecho alforjas para motocicletas, me han traído paracaídas, de todo aquí/muchas veces es nada más de repararlos, hay que restaurarlos, hacerles la pieza de piel o dejarlo lo más original que se pueda".
Ahora, sus hijos le apoyan en el negocio durante las vacaciones escolares, por ello, Jesús se siente satisfecho, pues considera que además de la carrera profesional, en la vida es indispensable saber un oficio.