Desde el 2016, el gobernador José Ignacio Peralta, afirmaba que entre el 2017 y 2018 se construiría un rastro tipo Tipo Inspección Federal, pero hasta julio del 2020, Colima carece de esta infraestructura.
De acuerdo a la Sagarpa, este tipo de rastros conocidos como TIF, implementan buenas prácticas en la crianza y sacrificio del ganado que se consume; y la carne generada en estos, se considera de mejor calidad y se oferta a un mayor precio.
Mientras tanto, y tras el cierre de la procesadora de carne del municipio de Colima, los ganaderos acuden a otros rastros distribuidos en el estado, confirmó Jorge Antonio Salazar, presidente de la Unión Ganadera Regional de Colima.
"Algunos están matando en Coquimatlán, Comala en Cuauhtémoc, en cuestión de bovinos había bajado la matanza en la procesadora, están yendo a Tecomán pero el ganado se sigue sacrificando en rastro que es lo importante".
De acuerdo a la Unión Ganadera, en la entidad operan cerca de 11 rastros municipales, de los que sólo uno es particular y el resto dependen de los ayuntamientos.
Contar con un rastro TIF permitiría a los ganaderos ofertar su producto a supermercados e incluso exportarlo, pero por ahora apenas se tiene un terreno, en la localidad de Los Asmoles, donde se prevé su construcción.
La unión estima que, anualmente, se sacrifican alrededor de 12 mil cabezas de ganado bovino en el estado, y unas 150 mil de ganado porcino.