El riesgo a ser víctima de un acto delictivo en la calle siempre está latente y este crece cuando se acude a un cajero automático o a una sucursal bancaria. Ramiro comparte que a raíz del recrudecimiento de la violencia en la entidad su percepción de la inseguridad ha aumentado y más cuando necesita acudir a estos lugares.
"Tuve la necesidad de ir a un banco a hacer un retiro de un envió de dinero de un familiar de Estados Unidos y la verdad no era una cantidad pues regular, considerable, y la verdad tenía mucho temor. Llegué al banco, hice el retiro y salí realmente con miedo"
Señala que ya se han dado casos de robos afuera de los bancos después de que la víctima hizo el retiro de una fuerte suma de dinero. Aunque no sucedió en su caso, insiste que el temor al delito siempre estuvo presente.
"Volteando para todas partes, hacia atrás, hacia quién estaba a mi alrededor, inclusive cuando estaba en la fila volteando a ver quién estaba en la fila a ver si alguien me observaba y la verdad es una sensación bastante incómoda"
Aunque se considera una persona precavida y que siempre toma las medidas necesarias para evitar ser víctima de un delito, Ramiro afirma que esta ola de violencia está dejando secuelas graves en las personas y la percepción de inseguridad es una de ellas, por lo que considera injusto que las autoridades no implementen las estrategias adecuadas para frenarla.
"He visto en las noticias que de pronto en un banco al momento de que salen con una cantidad de dinero los abordan y literal se los quitan y, bueno, y más aún que este dinero ni siquiera era mío, que era un envío de mi familiar para guardárselo"