La presidenta municipal de Manzanillo, Griselda Martínez Martínez, reconoció que el móvil del atentado a balazos que sufrió el pasado 26 de julio es político, porque por el cargo que ostenta ha afectado distintos intereses al clausurar obras que se hacían sin permisos, no autorizar distintas licencias y presentar las denuncias penales por desvíos de recursos.
"No estamos permitiendo ningún acto de corrupción, no entregamos permisos si no pueden tenerlos porque no cumplen con los requisitos para tenerlos y hemos estado presentando denuncias aquella de la tarjeta de varios millones que se desviaron, una tarjeta que se cobraba con ello y no sabemos hasta el momento quien cobraba de las cuentas del ayuntamiento y la denuncia que presentamos dos días antes del atentado ante la fiscalía anticorrupción por actos de corrupción en la anterior administración en la Capdam, entonces estamos llevando acciones que a lo mejor pudieran no gustar a alguien".
Al reanudar sus actividades de trabajo y encabezar una audiencia ciudadana, Martínez Martínez, señaló que no pedirá licencia para separarse del cargo y reveló que desde hace ocho meses las autoridades federales previeron que habría un atentado en su contra.
"Yo tengo mucho que agradecerle al Doctor Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Nacional quien en el mes de noviembre instruyó al personal de la Marina para que me brindaran protección porque previó un atentado en mi contra".
La alcaldesa señaló que corresponderá a la Fiscalía General del Estado investigar quien o quienes son los responsables del ataque en su contra.