Andrés Cruz Ávalos tiene 18 años de edad, el joven padece autismo y por consecuencia sufre convulsiones y retraso psicomotor, desprendimiento de retina y utiliza válvula.
Su familia ha batallado para poder solventar los medicamentos y tratamientos debido a que fue atendido a través del seguro popular, sin embargo, al no mostrar mejorías tuvieron que atenderlo en un particular.
"No le dan seguimiento a través del seguro popular, no le funcionaba?, no era el mismo medicamento entonces no, con el médico lo llevamos y le quitó el medicamento y le dio otro".
Andrés pertenece a una familia de escasos recursos, por ello, desde hace dos años apróximadamente dejó de ir a la escuela en donde recibía sus terapias.
"Y así estamos batallando porque la verdad el me convulsionaba y ya no le dan tan fuertes pero sí le dan se me ponía muy malito, dos años que no lo llevo a la escuela con Tato y me dijo el doctor que no lo puedo llevar porque se puede caer o golpear pues ya que esté más".
Recientemente en la fundación Tato le comentaron a la madre de un medicamento que cuesta 800 pesos pero que podría repercutir positivamente en el joven, sin embargo, es muy pesado comprarlo mensualmente.
Nos obstante, para una mujer que busca el bienestar de su hijo no hay imposibles, por ello, Francisca ha puesto un pequeño negocio de dulces para apoyarse con el gasto, más lo que le dan sus hijos se la va llevando poco a poco.
"Aunque sea para pagar las tortillas o el taxi/tengo un nieto grande y le digo hijo y me apoya, aunque sea poquito de cada quien pero ahí la llevamos porque no tienen buen trabajo mi hijo el que vive conmigo vende bolillo".
Quienes gusten apoyar a Francisca y Andrés, pueden contactarla a través del teléfono 31 3 46 04.