Ansiedad, estrés, cansancio, presión, frustración, así como sentimiento de culpa y otras, son algunas de las secuelas negativas que está padeciendo el personal médico y de enfermería que continúa en la primera línea de atención a los pacientes con Covid-19 del estado de Colima. Irlanda, doctora en área Covid, reconoce que su estado de ánimo está deteriorado.
"Todos ya ahorita, a estas alturas, después de un año, pasaditos, ya todos tenemos una carga anímica, psicológica, anímica, un poquito deteriorada y mucho estrés, porque incluso, bueno en mi institución no fue así, pero en otras instituciones se suspendieron días, se suspendieron vacaciones, días festivos, en el amparo de tener que atender la pandemia".
Mencionó al continuar la contingencia, es lamentable que la población relaje las medidas preventivas, pues demuestra que poco les importa el personal de salud y todo lo que se hace para la atención de los enfermos.
"Pues en mi caso eran jornadas de, prácticamente, 6 horas, vestida, las temperaturas, pues se regulan un poquito estando adentro del hospital, no siempre son las mejores condiciones porque no podemos, no podemos tomar agua, no podemos ir al baño porque no te puedes estar quitando y volviendo a poner el traje, entonces, es la incomodidad del traje, más la protección en la cara.
En ese sentido, Irlanda asegura que este periodo de pandemia ha sido difícil y más por las pérdidas humanas y el sentimiento de culpa que muchos cargan.
"Muchos hemos vivido la experiencia de, de ser contagiados y contagiar a un ser querido y que ese ser querido fallezca, por nuestra culpa, pues tener el pensamiento de que uno no se contagió por, por una imprudencia, por estar en la calle, por salir, por divertirse, si no que te contagiaste por atender a alguien más".