Esto sucedió durante la sesión en el Congreso del Estado, en donde se expuso que la violencia química, o violencia ácida deja lesiones perpetuas en los cuerpos de las mujeres, que las lastiman no sólo físicamente, sino también emocionalmente.
Este tipo de violencia busca causar de forma deliberada y permanente dolor, sufrimiento y humillación a la mujer, además de su daño físico, psicológico, emocional irreparable e irreversible, incluso al proyecto de vida, es decir, dejar una marca permanente en ella.