Arturo Verduzco Moreno, tiene 36 años dedicándose a la elaboración de cuadros, enmarcados y diversas creaciones de madera. Negocio que comenzó su hermano ante la necesidad de crear un enmarcado más allá de lo tradicional.
"Me dedico desde los 12 años a lo que es todo el proceso de enmarcado, desde el escoger la madera adecuada para hacer un buen trabajo, un hermano mío trabajó en Guadalajara en un negocio de molduras en pedidos grandes y para sostener su carrera trabajó y nos trajo la idea a Tecomán yo vivía en Tecomán/era mayoreo principalmente para fotoestudios, negocios que vendían marcos y foto estudios".
Fue a los 22 años que con el crecimiento familiar y ante la necesidad de encontrar nuevos mercados, el hombre decidió mudarse a Colima y montar su propio establecimiento. No obstante, en 2002 ocurre un cambio radical en el negocio, pues los clientes empiezan a solicitar el enmarcado de obras de arte, es decir, las personas que acudían a enmarcar a ciudades grandes como Guadalajara comenzaron a quedarse en Colima.
"En Tecomán se vió algo muy poderoso, el poder crecer el negocio con la venta al público/se vino primero un hermano mío que quiero mucho y después yo y empezamos con eso pero hubo un cambio radical/me empiezo a adentrar en esa maravillosa magia de aprender quién era Picasso, forma de enmarcados, de conservación, manejo de obra de arte, poder empezar a distinguir todo esto".
Verduzco Moreno, señala que a lo largo de este tiempo, su mayor satisfacción más allá de lo económico, es poder aprender el sentido de la responsabilidad y otros valores a través de este empleo y poderlos transmitir a sus hijos, pero además le llena de orgullo el hecho de mantenerse en el gusto del cliente por ofrecerle algo distinto a lo usual.
"Es importante que el cliente esté satisfecho pero más allá del cliente que nosotros estemos contentos con lo que hacemos, que el equipo de trabajo esté feliz que se les remunere bien y en esa medida se nota la calidad del trabajo y el cliente lo paga/enmarcar obra del Alfonso Michel me cambió la vida y la primera exposición que me dieron oportunidad de mostrar fue en la UdeC en la Pinacoteca una obra de José Clemente Orozco"
Finalmente, compartió que entre las cosas más raras que le ha tocado enmarcar son; 20 tangas, una colección de 30 gorras para la madre de un joven que falleció, la piel de una víbora y un vestido de novia, entre otros.