La pandemia por Covid-19 sigue cambiando la realidad, es el caso de los estudiantes que antes habitaban en ciudades de Colima y viven ahora en pequeñas localidades rurales.
Se han mudado ahí, luego de que su padre o madre perdieran el trabajo que les permitía vivir la zona urbana, detalla Gustavo Salazar, coordinador estatal para los servicios educativos del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE).
"La tarea que tienen nuestros leds es verificar que todos los niños reciban educación, nosotros tenemos censos previos de diagnóstico de las comunidades, pero regresó mucha gente a vivir a sus comunidades porque se quedaron sin trabajo, entonces esos niños vamos en busca de ellos para que se incorporen también a las clases".
El CONAFE, que lleva a educación a niñas y niños de zonas marginadas y muy marginadas, estima que al menos 50 menores más se mudaron junto a sus tutores a zonas rurales de Colima, sumándose a los cerca de mil 200 que ya se atendían en 100 localidades del estado.
Los líderes de educación comunitaria están llevando los ejercicios los lunes y recogiendo las tareas los jueves.
"Llegas a la comunidad y los niños les urge aprender, les urge recibir sus útiles, cuadernos, lápices para trabajar, y ves esa necesidad y gusto por volver a una enseñanza, volver a aprender, y juntarse con sus compañeros en espacios abiertos, pero compartir el aprendizaje, conocer a su nuevo maestro".
Ante la lejanía de las localidades a donde llevan la educación, al menos 84 docentes han sido hospedados por familias de las propias localidades.