Autoridad indiferente ante violación de medidas sanitarias por Covid-19

El 6 de junio de 2020, fue publicado en el periodico oficial El Estado de Colima, el plan de reapertura gradual de actividades sociales, educativas y económicas tras la emergencia sanitaria debido al virus Sars-Cov-2.

El documento establece que, durante el color rojo en el semáforo epidemiológico estatal, únicamente podrán operar las actividades esenciales, entre ellas;

-servicios de salud y asistencia social

-servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas (esenciales)

-generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica

-suministro de agua y gas natural

-servicios financieros y de seguros

-comercio al por mayor y por menor (esenciales)

-transportes, correos y almacenamiento

-agricultura, cría y explotación de animales

-información en medios masivos

-servicios funerarios y de inhumación

-actividades gubernamentales, legislativas

-impartición de justicia, de organismos internacionales y extraterritoriales

-minería

-entre otras

No obstante, en agosto de 2020, a pesar de encontrarse la entidad aún en color rojo, la Diócesis de Colima, exhortó a los sacerdotes a retomar actividades, acción de la que se deslindó la secretaría de salud, permitiendo la violación del acuerdo firmado por integrantes del comité estatal de seguridad en salud.

Aún en semáforo rojo, derivado de los festejos patrios en el mes de septiembre de 2020, el comando operativo estatal Covid-19, determinó dar permiso a los establecimientos no esenciales de operar con un aforo del 25% hasta las 10:00 de la noche.

El 4 de enero de 2021, el Comisionado Estatal Contra Riesgos Sanitarios anunció que tras haber regresado al color anaranjado en el semáforo, bares, iglesias y otros establecimientos deberían permanecer cerrados, no obstante, estos lugares nocturnos hasta este fin de semana permanecían abiertos, mientras que, a la iglesia católica, la secretaría de salud le permitió continuar operando a un 30% de su capacidad, modificando a modo, el acuerdo de reapertura gradual.

Durante estos meses, las autoridades sanitarias también han sido indiferentes ante los eventos masivos que se llevan a cabo en la comunidad indígena de Zacualpan, en el municipio de Comala.