Micaela es bolera de calzado y reconoce que si no trabaja no tiene para comer. Todos las mañanas acude a instalar su cajón que se encuentra en el jardín Torres Quintero del centro de Colima, para reunir unos cuantos pesos que le permitan llevar su día a día.
"Antes de la pandemia había mucha gente y ahorita bajó mucho, este, por la pandemia primero y ya se estaba componiendo y con la violencia se, otra vez se bajó mucho" / "Varias veces me ido en cero"
Comparte que hace 14 años falleció su pareja y por necesidad tuvo que trabajar en este oficio que pocas mujeres realizan. Señala que no cuenta con ningún apoyo de gobierno, ni pensión o despensa, por ello a veces se le complica tener para los alimentos del día.
"Más o menos 10:30 o 11, según. ¿Y a qué hora se va? Me voy a las 3, o si hay clientes hasta que acabe con los clientes" / "Pues antes estaba muy barato también y ahorita ha subido mucho todo el material. ¿Qué ha subido más? Mucho, todo, la grasa, las tintas."
Pese a las complicaciones, Micaela no pierde su buen ánimo, pues a pesar de portar su cubrebocas se puede apreciar una sonrisa, la misma que también ofrece a sus clientes y a todo aquel que pasa y la saluda.
"Ahora que se secó el arbolito, y este, o sea lo podaron para que alumbrara la lámpara y pues no le gustó al arbolito y se secó y que me cambio al otro árbol. ¿Y qué le dicen sus clientes? Me dicen le hubiera puesto cambio de domicilio, me cambié al otro árbol"