Para que exista un orden en el respeto de los señalamientos viales se requieren criterios y elementos constructivos que faciliten la interacción entre peatones, ciclistas y tráfico vehicular.
Entre los elementos que existen para ello son los reductores de velocidad (topes, boyas, vialetas), separadores viales, camellones, glorietas, pasos semaforizados y pasos de cebra; por lo que deben estar en perfectas condiciones para el entendimiento urbano.
En el Manual de Imagen Urbana de la Ciudad de Colima explica que el balizamiento, es decir la pintura de la señalética, debe ser claro y ordenado limitado al arroyo vehicular, las aceras y sus componentes no deben ser balizados.
Los machuelos no deben ser balizados, sino que este deberá ir sobre el arroyo vehicular, ya sea con pintura y/o vialetas, debe mantener el color neutro del material constructivo.
Respecto a las rampas, en este manual, se indica que no deben ser balizadas con algún símbolo, en caso de ser necesario se deberá indicar una señal en poste.
Por último, en los pasos peatonales se indicarán con dos hileras de cuadros de 40x40 cm, dejando libre de balizamiento el ancho de cruce, el cual tendrá como dimensión mínima el ancho de la banqueta y 4.50 metros como máximo.