En el estado de Colima casi todos los bomberos son voluntarios y lo hacen con gusto por el amor a servir al prójimo, pero la falta de dinero para operar tiene a límite a la corporación en Villa de Álvarez. Mientras que en Colima los recursos que reciben del gobierno estatal y la Universidad de Colima no alcanzan para cubrir las necesidades y del ayuntamiento capitalino obtienen una aportación desde mayo de 25 mil pesos mensuales del impuesto de siniestralidad, pero arrastran un adeudo de dos millones de pesos de administraciones anteriores. "Claro que nos sirve pero muy poco, porque la cuestión del mantenimiento es muy caro, como puede constatar no tenemos casi vehículos en servicio por problemas de llantas, llantas cuestiones mecánicas en realidad como estamos, estamos al borde del colapso, porque no nos alcanza". Torres Preciado explicó que con la estación central de Colima y las son subestaciones una al oriente y otra al sur de la capital atienden las necesidades de ambos municipios, pero las carencias, los camiones descompuesto o sin llantas y las limitaciones para apoyar económicamente a algunos voluntarios hace cada vez más complicado prestar los servicios. "Estamos al borde del colapso porque ya no tenemos lana, no tenemos nada de lo que se tenía un colchón de los años que nos dieron lana del impuesto de siniestralidad y estábamos más o menos, estamos subsistiendo, pero tendríamos ya un punto que se gasta un 40 por ciento más de lo que nos dan en cada mes, entonces la reserva que teníamos ya se terminó". El director de Protección Civil del Ayuntamiento de Villa de Álvarez, Álvaro Castañeda, reconoció la importancia de que el grupo de bomberos en el municipio permanezca.