Desde hace al menos cuatro administraciones municipales anteriores el cuerpo de bomberos de Villa de Álvarez ha trabajado sin el apoyo del ayuntamiento, situación que hace complicada su operatividad.
Según el presidente del Consejo de Administración del Cuerpo de Bomberos, Mario Vargas Figueroa, se trata de alrededor de 40 elementos los que laboran de forma voluntaria.
"No hemos recibido apoyo del ayuntamiento de Villa de Álvarez, sin embargo, seguimos saliendo incendios estructurales, accidentes de vehículos, fugas de gas y hacemos lo que esté a nuestro alcance con los poquitos recursos que podemos generar y a parte que nuestros bomberos están saliendo con sus autos particulares / sobre todo cuando van a los zacatales lo hacen con sus vehículos particulares de ellos mismos".
Señaló que actualmente el gobierno estatal los apoya con aproximadamente 40 mil pesos mensuales, además de algunas aportaciones de la iniciativa privada para dar mantenimiento en la medida de lo posible a los camiones y equipo que requieren, mientras que para adquirir sus uniformes acuden a Baja California en donde los adquieren de segunda mano a bajo costo.
"Ahorita los equipos están costando entre 20 y 30 mil pesos lo que pasa es que tenemos conexiones con gente de Rosarito y Tijuana y nos han apoyado con algunos cada año o dos años para no ser una carga y con eso nos defendemos pero ya están rindiendo los equipos o vehículos que son muy viejos ya son de 1976 y los estamos arreglando con los equipos".
La situación es parecida para el cuerpo de bomberos de Manzanillo, pues de acuerdo con el comandante, David Cano Cruz, dejaron de obtener el apoyo del ayuntamiento a partir de la llegada de Griselda Martínez a la administración municipal.
"Empezamos a sufrir disminución en el ingreso, nos apoyaban con combustible inicialmente 200 litros de combustible, se nos hizo poco pero eran 200 litros que teníamos seguros, nos lo recortaron nos retiraron el concepto de siniestralidad que por decreto era para nosotros y aún así no hicimos mayor problema".
Señaló que a pesar de que algunas empresas privadas les apoyan con recursos y gracias a la buena administración que siempre han tenido, al momento han podido operar aunque no bajo las condiciones idóneas.
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"Estamos casi en número rojos nuevamente y buscando permanentemente apoyos en cuanto a dinero se refiere con la iniciativa privada ya que de las instancias oficiales sabemos que no vamos a recibir ninguno, aún así seguimos operando en la mejor medida posible, parte de lo que la iniciativa privada nos apoyó fue con equipo las unidades estamos trabajando en ellas para mantenerlas operativas".
Se trata de 200 a 300 mil pesos anuales las aportaciones que realiza el municipio por concepto de siniestralidad al cuerpo de bomberos, sin embargo, tras el decreto aprobado por el congreso local para que se fraccionara el ingreso de siniestralidad entre Protección Civil, Cruz Roja y Bomberos, se les entregaba el 50% a ellos y el resto lo dividían entre las otras dos corporaciones, pero desde el inicio de la actual administración se les retiró completamente el apoyo.
Aun así, bajo condiciones precarias para algunos y complicadas para otros, los representantes de las corporaciones integradas por alrededor de 60 voluntarios en los dos municipios, advierten que sin importar las circunstancias, seguirán trabajando para apoyar a la ciudadanía cuando así lo requieran.