El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inauguró el Centro de Confinamiento del Terrorismo, una gran cárcel con capacidad para 40 mil pandilleros.
La megacárcel fue construida en 7 meses, en una zona rural aislada cerca de Tecoluca, 74 kilómetros al sureste de San Salvador.
Nayib Bukele continúa "firme" en su "guerra" contra las pandillas de ese país con el penal más grande del continente.
El penal fue construido en un predio de 166 hectáreas. El lugar tiene una decena de pabellones que ocupan 23 hectáreas.
La prisión posee un muro perimetral de 2,1 kilómetros, que será vigilado día y noche por 600 soldados y 250 policías. En el interior la seguridad estará a cargo de guardias de la Dirección General de Centros Penales. Desde el gobierno salvadoreño advirtieron que "los reclusos tendrán que trabajar en esa prisión".
Las celdas son de concreto reforzado y tienen gruesos barrotes de acero. La prisión cuenta con pozos propios para extraer agua potable. Además, toda la cárcel cuenta con un sistema de vigilancia con circuitos de video y escáner para la revisión de quienes ingresen.
Desde la cuenta oficial de la casa presidencial salvadoreña expresaron que "el mes de enero que finalizamos marca un hito que se traduce en miles de vidas protegidas. La #GuerraContraPandillas continúa cumpliendo el objetivo de eliminar a las estructuras terroristas que en el pasado causaron luto en las familias salvadoreñas".
En relación a la megaobra la casa presidencial agregó: "Aquí terminarán los días de todos los terroristas que durante años aterraron a El Salvador. Serán el ejemplo del castigo que recibirán aquellos que pretendan atentar contra la población".
"Serán el ejemplo del castigo que recibirán aquellos que pretendan atentar contra la población", publicó la casa presidencial salvadoreña.
El viernes pasado la organización Human Rights Watch (HRW) denunció que en las cárceles salvadoreñas hay un "hacinamiento extremo". por lo que Bukele informó que casi 63 mil presuntos pandilleros detenidos en el marco de la "guerra contra las pandillas" serán trasladados a la megacárcel.
"Las autoridades salvadoreñas han sometido a las personas detenidas, incluyendo a cientos de niños, a un hacinamiento extremo en centros de detención abarrotados", declaró la directora para las Américas en funciones de HRW, Tamara Taraciuk Broner, en un comunicado.
Los arrestos masivos, han sido criticados por organizaciones de derechos humanos. Estos se amparan en un régimen de excepción que permite detenciones sin orden judicial. Este régimen fue aprobado por el Congreso a instancias de Bukele en respuesta a una ola de violencia que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo pasado.
Desde entonces han sido detenidos más de 61 mil presuntos pandilleros, pero los métodos del presidente salvadoreño han sido cuestionados por otras organizaciones no gubernamentales, entre ellas HRW, y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.