Las mujeres que sufren violencia en muchas ocasiones son orilladas a no denunciar por la burocracia en las instituciones, hay desconfianza en la autoridad y por otro lado consideran que es una pérdida de tiempo por la ineptitud y falta de sensibilización.
"La jueza que se dirigió a mí me hizo una pregunta nada más que era ¿Qué si yo tenía miedo a que me mataran? y si era así que contestara tal cual sí o no?
Las cifras deberían alarmar, Colima mantiene el primer lugar a nivel nacional en presuntos delitos de violencia familiar con una tasa de 266.7, rebasando la tasa a nivel nacional que es de 108.4
"Pues nos enfrentamos a instituciones misóginas, instituciones machistas que retrasan no solamente el tema de una denuncia, sino que no hacen el procedimiento como tiene que ser", así lo señala Sara Cernas, integrante de Mariposas Sóricas.
Los protocolos no se siguen al pie de la letra, no cuentan con una capacitación o en su caso no la aplican, así ocurre en el Centro de Justicia para las Mujeres.
"Ya cuando me entregaron mi orden de protección mi nombre estaba mal escrito, que esto de cierta manera me dijeron que no estaba mal que así podría utilizarla".
Hay que recordar que Colima se tiñe de rojo en presuntas víctimas mujeres de homicidio doloso. Por lo que sería prioritario revisar los protocolos de atención en las instituciones que se supone atienden casos de violencia contra las mujeres.
"El primer día que yo fui me dieron en esa lista unos requisitos en donde pedían documentos y entre esos pues iba la narración que yo tenía que escribir, que yo tenía que redactar por mí misma y ya cuando estuviera lista tenía que volver a acudir para poder comenzar con este proceso".