Hace 28 años que Marco Aurelio Sánchez Moreno inició como músico por la inquietud de tocar rock, el destino lo fue llevando por distintos caminos, en algún momento comenzó a experimentar con distintos instrumentos como guitarra, trompetas y otros más.
Un día, después de tocar puertas en teatro y el arte circense, tuvo que experimentar nuevas técnicas, decidiéndose por el serrucho.
"Al estar el circo una de las cosas peculiares es que los payasos tocan instrumentos raros y tienen shows musicales cómicos/ entonces para incorporarlo a mi trabajo lo empecé a tocar".
Ahora, además de colaborar con grupos musicales que se presentan en una terraza del centro de Colima y un restaurante, se dedica a deleitar el oído de quienes transitan por la calle Madero o el andador Constitución del centro histórico. Mientras que en los días de feria, estará por aquellos rumbos.
"Tiene muchas intenciones, una intención es la de sobrevivir pero sin querer se cumplen otras intenciones como la sensibilización de las personas".
Sánchez Moreno refiere que, como artista de calle ha aprendido que los públicos tienen tiempos muy diversos y no siempre pueden ir a los escenarios en los que los artistas se presentan, por ello, ha buscado una alternativa para que disfruten de la música que no es tan comercial.
"Con el serrucho toco muchas canciones populares e incorporo algunas de ópera mexicana, la nube azul por ejemplo y eso hace que no nada más sea pedir dinero, que sea algo interesante".