De acuerdo a información de la Secretaría de Gobernación, las maquinitas tragamonedas generan un ingreso aproximado de 600 millones de pesos semanales a nivel nacional, sin embargo, dichas máquinas que se encuentran instaladas en diversos lugares son ilegales.
En el artículo 2 de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, dicta que queda prohibido en todo el territorio nacional los juegos de azar y apuestas. En esta misma Ley se señala que la Segob clausurará todo local abierto o cerrado en el que se efectúen juegos prohibidos y sorteos que no cuenten con autorización legal.
No obstante, para el año 2016 la Suprema Corte de Justicia de la Nación, validó cinco artículos del Reglamento de juegos y sorteos para la operación en México de las máquinas tragamonedas, en los que básicamente por unanimidad, se argumentó que las maquinitas de pesos no implican el uso de habilidades de los participantes, por lo que no se le puede considerar un juego de azar.
Estudios publicados en la página oficial de la Segob, indican que las máquinas tragamonedas no son un juego sino una adicción que abre la puerta a la delincuencia, ya que en la mayoría de los casos provoca deserción escolar y va acompañada de actos de violencia para obtener dinero.
La estadística también revela que para el año 2015, Colima, ocupaba el cuarto lugar nacional con 780 maquinitas decomisadas. El primer lugar le correspondía al estado de Sinaloa con 3 mil 180 decomisos.
En ese mismo periodo la PGR en Colima, destruyó 250 tragamonedas y el dinero que se extrajo fue depositado al Sistema de Administración y Enajenación de Bienes, y durante 2016 y 2017, se realizaron operativos sorpresa donde se aseguraron un total de 67 maquinitas tragamonedas en ambos periodos.