Colima carece de políticas públicas que faciliten la movilidad de las personas con algún tipo de discapacidad en calles o establecimientos, les permita conseguir un empleo con salario digno, e incluso, erradicar la discriminación en su contra.
Basta con caminar por alguna de las calles principales de la capital colimense para darse cuenta de la falta de rampas, banquetas obstruidas por postes de luz o telefonía, estacionamientos exclusivos ocupados por cualquier vehículo y la falta de información en sistema braille.
"Si hacen una rampa las hacen pero está un poste y no puedes pasar, están muy mal // hay algunos establecimientos que no hay rampas y no puedes pasar".
Datos del INEGI revelan que el 18% de la población colimense tiene alguna limitación en la actividad cotidiana, discapacidad o algún problema o condición mental.
Es decir 131 mil 650 habitantes dijeron tener alguna limitación como; dificultad para caminar, subir o bajar, ver aún usando lentes, oír usando aparato auditivo, bañarse, vestirse o comer, recordar o concentrarse o hablar y comunicarse.
"Hay unas banquetas que no tienen rampa y quedan altas, incluso, hay dos tres escalones que se dificulta // hay unas calles aquí en el centro angostas que prácticamente el poste está a media banqueta y se nos dificulta bastante".
Según el Instituto Colimense para la Discapacidad realizarán el levantamiento de necesidades técnicas y topográficas que habrán de presentarse ante programas federales para que en un futuro cercano se traduzcan en espacios inclusivos.
"Estamos hablando de poder tener accesibilidad plena en edificios públicos como; el parque metropolitana la campana, el hospital regional, unidades deportivas".