Durante esta temporada del año, es muy común el uso de pirotecnia, la cual puede comprometer la vida y la integridad de las personas, principalmente de los menores.
Laura Salazar Ochoa, Presidenta de la Fundación Michou y Mau en Colima, informó que durante este año, se registraron en la entidad, al menos tres casos de menores con quemaduras graves.
"Han sido dos o tres casos pero, hay muchos casos que son menores que no nos llegan a avisar a nosotros, nosotros normalmente acudimos a apoyar cuando son quemaduras graves".
Lamentó que Colima como otras entidades del país, no cuentan con un centro de atención de quemaduras, por ello, cuando se trata de casos graves, a través de la fundación, trasladan a los pacientes a Guadalajara y cuando la quemadura es en más del 40 por ciento de la superficie del cuerpo, son llevados hasta Galveston, Texas.
"Hay buenos médicos en el Hospital Regional tanto de Colima, Tecomán y Manzanillo / sería ideal tener una unidad de quemados con dos o tres camas nada más que pudieran brindar la atención que se requiere para una quemadura grave".
Las consecuencia por el uso de pirotecnia puede derivar desde una quemadura leve en la mano hasta la pérdida de los dedos, la pérdida de la mano completa, ceguera, quemaduras en la cara, quemaduras profundas, hasta perder la vida.
"La pólvora no es juguete, por más bonito que se vean las luces y nos llame la atención es pólvora y puede ser peligrosa".