Colima es líder regional en la producción de Tamarindo. De acuerdo con Mario Orozco Santos, integrante del Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales, Agrícolas y Pecuarias, por año se producen alrededor de 15 mil toneladas del fruto, lo que genera una derrama de alrededor de 150 millones de pesos.
"Los dos años anteriores por la pandemia también fueron muy golpeados los productores de tamarindo, este año el precio repuntó muchísimo fue un valor histórico para los productores, se llegaron a vender por arriba de los 30 pesos el tamarindo pagado al productor".
Uno de los principales retos que han enfrentado los productores son los costos de producción, los cuales se han incrementado en los últimos años, aunado a ello, la falta de apoyos y los intermediarios.
"Lo que define si le va bien al productor son los precios/Muchas veces en Colima son intermediarios, los productores no están organizados para tener una sociedad y que ellos puedan vender directamente a la industria".
El tamarindo se puede cosechar desde principios de marzo hasta junio, pero los mejores precios se pagan en las primeras cosechas. La mayoría del producto se queda en el país y es utilizado para la confitería, es decir, dulces, jugos y una pequeña parte se emplea en la farmacéutica por sus propiedades laxantes.
En el INIFAP han venido promoviendo una variedad originaria de Colima denominada "Colima 204" la cual se generó hace una década, esta permite una producción de 12 a 14 toneladas por hectárea, a diferencia del tamarindo criollo que permite una producción de máximo 8 toneladas por hectárea.