Colima, como en cada uno de los estados del país, mantiene altos índices de tortura en las detenciones. A través de esta práctica, obligan a los detenidos a firmar documentos en blanco y posteriormente los obligan a inculparse de delitos mayores.
"Los detienen por, dicen ellos que les cargaron droga, o por alguna situación menor, se los llevan, los torturan, los cuelgan, les dan toques, les hacen en submarino con agua".
José Abel Saucedo Romero, Perito Médico del Supremo Tribunal de Justicia para la Investigación de Tortura y Maltrato, informó que, de cada 100 personas a las que se les efectúa una valoración médica y psicológica bajo el protocolo Estambul, el 60 por ciento se les encontró evidencia de tortura, mientras que al 40 por ciento no se le encuentra evidencia palpable de tortura, es decir, o se logró ocultar bien toda evidencia de maltrato o no fueron torturados.
"Desgraciadamente se da como una manera cómo decirlo, de una manera supletoria de investigación que hacen las autoridades, que yo pienso que no es por deficiencia de nuestros policías investigadores o de nuestros peritos, sino que más bien no les entregan la herramienta necesaria para trabajar".
De acuerdo con el especialista, esta situación difícilmente cambiará si no se profesionaliza a los elementos de seguridad a través de una academia, con una buena investigación, si no se les otorga lo necesario para realizar sus labores, si no se les da el respaldo institucional para que no se sientan intimidados por la delincuencia organizada, si no se les provee de suficiente material para trabajar y salarios dignos.