A pesar de que es una de las prácticas de violencia más extendidas en el país, el acoso sexual callejero es denunciado apenas por el 38.7 por ciento de las mujeres que han sido víctimas de violencia por parte de desconocidos. Según la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2016, los espacios públicos, la calles y el transporte público son el segundo ámbito donde mayor violencia sufre la mujer.
Aunque algunas personas no asocian el acoso callejero con la violencia sexual es importante visibilizar para erradicar esta práctica: aquí algunos ejemplos de los más comunes:
-Miradas insistentes
-Silbidos
-Susurros ( al oído)
-Piropos ( halagadores, ofensivos, ingeniosos y bromistas)
-Toqueteos y manoseos sorpresivos
-Actos de exhibicionismo o masturbación
-Saludos verbales ( buenas!, oye guerita, qué hermosa estás)
-persecuciones
En esta problemática el estado de Colima no se queda atrás, de acuerdo con archivos periodísticos ocupa el quinto lugar a nivel nacional con la mayor incidencia de casos, siendo Tecomán y Manzanillo los municipios que presentan números rojos.
En lo que va del 2018 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta que en la entidad se han registrado 9 denuncias por hostigamiento sexual mientras que a nivel nacional se han denunciado 592 casos y mil 223 de acoso sexual, cifras por debajo de la media nacional.
Lo cierto es que desde febrero de este año la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad incorporar a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y que el acoso sexual callejero se considere un delito.