Debido a que parte del equipo de monitoreo del Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos de Colima está por concluir su vida útil, urge la renovación de aparatos, señaló el director, Raúl Arámbula Mendoza.
"Por lo pronto necesitamos otros GPS´S, necesitamos mejorar la parte de análisis de los gases, la parte de la geoquímica es importante medir los gases/ahorita los equipos que tenemos ya están al final de su vida útil ya tienen problemas y hay que renovarlos".
Actualmente cuentan con 9 sismómetros de banda ancha, 4 sismómetros de periodo corto, 4 sensores de infrasonido, cámaras de luz visible, estaciones de monitoreo, cámaras térmicas, inclinómetros y GPS?s, aparatos que fueron comprados con recursos públicos a través de Conacyt e incluso, hay aparatos que fueron donados por el Servicio Geológico de Estados Unidos.
"Hace falta más apoyo tanto del gobierno estatal como el gobierno federal, es una realidad, actualmente el monitoreo se hace por los recursos de la Universidad de Colima, hay que recordar que somos asesores, porque al final la responsabilidad de la seguridad de las personas depende de los gobiernos/estamos en pláticas con ellos y esperamos pronto recibir un apoyo".
Cabe señalar que, el volcán de Colima comenzó a ser monitoreado de forma permanente desde 1989, se trata del volcán más activo a nivel nacional, por sus múltiples erupciones en tiempos históricos y, con más de 40 eventos en los últimos 500 años.
Entre tanto, el Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos, es considerado como el laboratorio más longevo del país.