Son 7 de cada 10 colimenses los que se sienten inseguros en las calles de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública del tercer trimestre del 2023.
Esto puede traducirse a que la entidad tiene la tasa más alta de homicidios a nivel nacional, con el 99.30 en cuanto al número de víctimas por cada 100 mil habitantes al corte del 20 de diciembre; es decir, ataques armados a todas horas, cuerpos arrojados en predios, disparos en bares y además el incendio de negocios por cobro de piso.
Sergio Ochoa, especialista en temas seguridad señaló: "Específicamente los municipios de Colima y Villa de Álvarez con las dos alcaldesas han dedicado a ignorar el tema de la violencia, no se dan por aludidas por lo que está pasando en sus municipios y creo que es un tema que se tiene que primero investigar y poner en el reflector".
Se tienen identificados los focos rojos por la ola de violencia y esto deriva a que las personas eviten transitar por esas zonas o no pasar de noche, incluso hay otros que prefieren rodear y llegar a sus destinos por lugares un poco más seguros.
Norma, una madre de familia detalla el temor de andar por las calles "Ahí sí ya es Dios, si nos toca una balacera pues de una balacera, pero ya sería Dios. Tratar de salir a donde no están ese tipo de cosas o donde han pasado todas esas cosas, retirarse de ahí".
A pesar de que al inicio de esta ola de violencia se señalaba la falta de coordinación entre las diversas corporaciones de seguridad, este discurso ha cambiado, además de que los especialistas en seguridad han descalificado la actual estrategia de seguridad.
En cuanto a las corporaciones municipales aseguran tener trabajo coordinado: "También mantenemos coordinación con el área de inteligencia de la Policía Estatal porque vamos compartiendo información, muchas de las personas responsables de cometer algún delito en Colima pues a veces se nos brincan para acá y lo mismo sucede de aquí del municipio".
Contamos la crisis de desapariciones, las fosas clandestinas, los asesinatos de policías que han sido blanco de los grupos delictivos, catalogada como una estrategia fallida para el combate de la violencia e inseguridad.