En el lugar permanece una manta que dice: ¡¡Paso peligroso!! Extreme precauciones. Cruza bajo su propio riesgo. Es el kilómetro 34 de la carretera Villa de Álvarez-Minatitlán, la zona del derrumbe.
Pese a los trabajos recientes, el riesgo persiste y nada garantiza que no se presenten nuevos deslizamientos de tierra.
"Se ve que en las aguas yo pienso que sí se va a deslavar, se puede deslavar pues está suelta", mencionó Toño.
"Sí todavía, todavía se ve que puede haber un deslave. ¿La tierra está muy floja, verdad? Está muy floja y eso que todavía no llueve, ya lloviendo pues peligrosísimo", expresó Carlos.
Contrario al panorama de hace un par de meses en el que se observaban enormes piedras, un camino estrecho y un barranco de más de 100 metros de caída, hoy el camino es amplio y pasan dos vehículos sin problema, algunos a alta velocidad sin importarles el riesgo.
Aunque el peligro del barranco sigue, unos postes con cinta reflejante advierte el límite para no acercarse. No obstante, en el cerro es clara la fragilidad de la tierra y las piedras, en cualquier momento se vendrán abajo.
El derrumbe se registró el 17 de septiembre de 2021 y fallecieron dos personas que intentaron cruzar caminando.
La empresa Peña Colorada se encargó de los trabajos de estabilización de talud en la zona del derrumbe con una inversión de 3.6 millones de pesos y fue el pasado 3 de febrero cuando se anunció su apertura de manera provisional, ya que se debe diseñar otro tramo carretero con mayor seguridad.
"En las aguas se va a poner fellísimo, se va a tapar" / "Yo pienso que como está aquí para acá está para abajo y como se puede deslavar aquí se puede deslavar también de aquí para abajo, eda. Con la bendición de Dios, a ver cómo nos va", destacó Mario Espíritu.