Con largas filas inicia aplicación de segunda dosis antiCovid Sinovac

Con la espera de más de cuatro horas y filas que alcanzaban los 500 metros de largo, desde el Polideportivo de Villa de Álvarez hasta la avenida Benito Juárez y J.Merced Cabrera, arrancó la aplicación de la segunda dosis contra la Covid-19 de la farmacéutica Sinovac.

"Pues qué no hay de otra hay que vacunarnos, ya vamos a la mitad nos tocó hasta allá a la vuelta, a qué hora llegó? como a las 7, lleva dos horas mínimo, si desde allá".

"¿Desde qué hora llegó? a las 7 am, y todavía no va ni a la mitad, no estábamos allá a la vuelta y a qué hora cree que se van a desocupar? como 12 o 1".

Algunos adultos mayores se prepararon con su lonche y su silla, otros incluso, compraron banquitos para compartir con otras personas, pero, las que solo iban con lo del pasaje, son quienes estaban de pie.

"Ahorita lo compramos en Waldos vamos parados todos/muchos adultos ahí se van sentando, como ahorita compramos unos banquitos para prestarle a una señora que ahí va".

"Se vino preparada? no lo compré en Waldos, ya me cansé así que lo compré".

"La sana distancia mire no se puede, no se garantiza, pero aquí estamos hasta que nos toque, ya está preparada con su cafecito, si me traje el sándwich y mi cafecito y mi banquito por lo que fuéramos a tardarnos".

La espera comenzó a ser más pesada cuando fueron alcanzados por los rayos del sol, el caos vial se agudizaba conforme llegaban personas sin que hubiera agentes de tránsito para apoyar. Y, qué decir de la sana distancia, esa no estaba garantizada.

Pese a ello, los adultos se sentían motivados por recibir el refuerzo del inmunológico.

"Que ya voy a estar protegida ante todo, no salíamos estábamos en casa y nos llevaban los víveres mis hijos y las vecinas que iban a la tienda y les gritaba y me llevaban el mandado, ya ahorita ya salgo a la tiendita de la esquina".

"Es pesado pero vale la pena, fíjate que es muy importante/mis hijos, mi esposa y mis nietos tuvimos que separarnos por la pandemia porque mi esposa estuvo internada, mi hija de 30 años, que no tenemos seguro y tuvimos que pagar mucho dinero, nos endrogamos por Covid.

Mientras al interior del Polideportivo, gran parte de las sillas vacías, algunos encargados de la logística estaban parados charlando, otros se paseaban de un lado a otro y, quienes aplicaban las vacunas se veían poco entusiasmados por acabar pronto.