Con ritmo y cantando alegremente entre los carros, es como día a día se le puede ver a Benjamín Álvarez López ofrecer sus lechuguillas en los diferentes cruceros del municipio de Villa de Álvarez.
"Yo debo poner un show para que la gente se vaya con una sonrisa y yo me vaya con un peso".
Benjamín cuenta que hace dos años decidió incursionar en este negocio debido a un motivo muy particular, sin embargo, no se arrepiente de esta decisión.
"Es que estaba trabajando en una empresa y ya tenía tiempo queriendo ir a un seminario y me llegó la oportunidad y entonces pedí permiso pero no alcancé entonces decidí poner el asunto en las manos de Dios y me lancé por mi propia cuenta".
Y aunque, como en todo negocio hay altas y bajas, su fe le permite salir adelante. Además, menciona que ahora trabaja a sus tiempos y no tiene quien le mande.
Además, le motiva atender a sus clientes, saludar a niñas y niños que van en los vehículos de sus papás, pero además, refrescar a las personas con esta rica bebida.
"Las personas, las madres trabajadoras, las familias que a veces sacan sus últimos 10 o 15 pesitos para darles lechuguilla a sus hijos, eso me motiva porque los niños se inspiran, quieren ver la lechuguilla, les gusta la lechuguilla".
Benjamín confía en que la situación irá mejorando poco a poco y él pueda continuar por mucho tiempo más haciendo esto que más le gusta.
"Para todo empresario, todo trabajador, cree en sus sueños, cree en usted, ponga a Dios primero y todo lo demás será añadido".