¿Consumimos alimentos modificados genéticamente?
En los últimos años el uso de la tecnología agrícola empleada en fertilizantes, herbicidas, semillas mejoradas, insecticidas y el manejo apropiado del agua ha sido un fenómeno que ha logrado aumentos significativos en la producción agrícola del país.
El debate sigue siendo las diferencias entre productos mejorados o fortalecidos genéticamente y los productos transgénicos. En ese sentido, un estudio publicado por Greenpeace muestra siete alimentos modificados genéticamente y que se consumen en México, entre los que destaca el maíz, ya que el 82 por ciento de este grano que se vende en los supermercados es transgénico pero sus consumidores no lo saben debido a que ninguna ley obliga a las empresas productoras a informar sobre el uso de transgénicos.
De ahí le siguen otros alimentos como:
* La soya
* El jitomate
* alimentos enlatados
*leche
* algodón (en forma de aceite)
* canola (en forma de aceite)
La principal característica de estos alimentos es que su crecimiento y maduración es más rápido y mejora el aspecto del producto, además la cultivación de ellos también influye drásticamente en el sector económico.
Hasta el momento no se ha podido comprobar científicamente que los efectos de los alimentos genéticamente modificados puedan provocar daños en la salud, sin embargo, si se ha probado las afectaciones al cultivo nativo.