La necesidad de ofrecer a su hijo una opción efectiva para abordar el diagnóstico de déficit de atención e hiperactividad, impulsó a Daniela Hernández Ortiz a incursionar en el mundo de los caballos hace 12 años.
A través de ello, descubrió la equinoterapia, una disciplina que aprovecha la relación afectiva que se establece con el caballo para ayudar a personas en su rehabilitación.
"Muchos de a caballo dicen que Dios lo creó especial para acompañar y aliviar al humano, pues tenemos el calor corporal del caballo que es un poquito más elevado que el de humano y nos ayuda para el calentamiento del tejido que rodea al músculo".
Daniela encontró en esta actividad su vocación de servicio, por ello busca profesionalizar la equinoterapia haciendo equipo con la fisioterapia.
"Tenemos que tener una base profesional en la fisioterapia porque pues es el área dentro de la salud que se encarga del cuerpo y ayudarlo a que sea más funcional, a mejorarse por medio del movimiento".
También realiza clases de Escaramuza y Charrería, una de sus alumnas es Camila, quien con tan solo 10 años de edad y un mes de capacitación, ha logrado pasos importantes dentro de esta disciplina.
"A trabajar en equipo porque eso te sirve a ti a que tengas una convivencia social//me aporta muchísimo la disciplina y también la socialización con los caballos y con la socialización de amistades".
Camila ha practicado varios deportes, pero esta actividad es la que más le han gustado, pues además de valores, ha aprendido más sobre el cuidado de los caballos.