Lorena tenía una buena imagen del Hospital Materno Infantil, no obstante la semana pasada cambió su opinión pues a causa de la pésima atención que recibieron de parte del personal, considera que la vida de su hija y nieta estuvieron en riesgo.
Comparte que al estar su hija con dolores de parto le fue difícil controlar su orina y defecar, razón por la cual recibió desprecio, regaños y humillaciones, en lugar de un trato humano.
"Se acerca una persona que yo no sé si era doctor o enfermero, pero era un hombre, y le dijo a mi hija, dice: así que te hiciste pipi, sí; dice, pues es la única vez que te voy a cambiar, eso no está bien, lo que tú hiciste es una grosería, sí, porque tú no te tienes que estar pipí y yo no voy a venir a cambiarte la cama cada vez que te haces pipi".
Acusa que cuando los dolores aumentaron, su hija defecó en la cama y así la mantuvieron por mucho rato.
Señala que la situación más grave se presentó cuando se solicitó el ingreso al Hospital y su hija no fue aceptada con el pretexto de no tener la dilatación requerida, situación que se repitió hasta en dos ocasiones más pese a los dolores que sentía.
"Una pediatra que le tocaba fue la que la vio, la observó y le dio el seguimiento de que la niña algo traía; ok, yo le reconozco a esa doctora, creo que se llama Paty porque ella fue la que habló conmigo y me dijo del problema" / "Porque ella me decía es que los bebés si se tardan en nacer y no sé qué pueden tomar líquido, dije es que mi hija duró mucho tiempo y no le hacían caso, me la regresaban"
Aunque reconoce que no puede comprobar si todas estas situaciones que vivió su hija influyeron en el problema que le detectaron a la bebé, sí insiste que por estos tratos se puso en riesgo la integridad de su hija y nieta.
"Este hospital yo lo tenía con muy buenas referencias de familiares y amigos que me decían: no, está en muy buenas manos tu hija, pero tienen un tiempo para acá que se me hace que no"