Proveniente de Mexticacan, Jalisco y de una familia de paleteros, Félix Díaz lleva más de 30 años dedicándose a esta labor y 20 degustando a todos los colimenses con sus ricos helados, frappes, paletas y sus novedosas chascafrutas. Este trabajo no lo cambiaría por nada, pues ver a sus clientes satisfechos cada que se van con sus productos le motiva a seguir, pero sobre todo, porque le permite pasar tiempo con su familia, ya que sus hijas y esposa le ayudan en el negocio, aunque no sea tarea fácil.
" Pues que tienes que dedicarle mucho tiempo, a lo mejor los que tienen que trabajar siete días, yo cierro un dia, los domingos, yo me mantengo cerrado, lo más complicado sería el tiempo, porque si te agarra todo el tiempo, te lo absorbe todo, tienes que hacer paleta, dedicarte al negocio y todo."
Algo muy peculiar, es la tradición de romería que todos los paleteros tienen el primer domingo de septiembre en el pueblo.
"Se dedica al Sagrado Corazón de Jesús y todos los paleteros de toda la república y de Estados Unidos y de donde sea, nos reunimos ese día para llevar el santo a su santuario a mexticacan, jalisco."
Aunque el método para hacer paletas ha cambiado, ellos continúan con el proceso tradicional que les enseñó el abuelo, pues es lo que les hace seguir en el gusto de sus clientes, sin dejar de lado todos los ingredientes naturales con los que elaboran sus productos y los planes que a futuro piensa realizar.
"Tengo idea de abrir uno en Estados Unidos, dos, tres años si Dios quiere una paleteria igual allá, es mi plan a lo más cercano que tengo."
A pesar que sus hijas sean profesionistas, él está seguro continuarán con este legado que ha permanecido en la familia por más de tres generaciones.