Rocío es madre de una niña de 10 años de edad, a la cual desde hace 3 años le detectaron Diabetes tipo 1, han transcurrido 5 meses que en el Hospital Regional Universitario no le surten insulina para controlar su padecimiento.
"Y no he tenido citas hasta la fecha con una endocrinóloga pediatra porque me dicen que no hay, me dijeron que me esperara hasta diciembre a ver si podíamos tener ahí citas porque estaba muy saturado todo".
Algo grave es que pareciera que existe una falta de comunicación, pues no es la primera vez que a la señora Rocío le indican que la insulina ya estará disponible, ella se traslada desde el municipio de Cuauhtémoc hasta la capital colimense para recogerla y resulta que no la tienen; otra situación es que vía telefónica no atienden, señaló.
"Y también cuando nos atienden ahí de la farmacia nos ponen miles de trabas, que la receta no está bien especificada, la verdad es un show, el programa o el planteamiento no sé cómo lo manejen, está bien difícil".
Lo complicado es cuando su hija tiene un descontrol total con sus glucosas altas o de repente bajas; ante esto ha tenido que viajar a Jalisco para recibir apoyo de asociaciones civiles en donde sí cuentan con asesorías adecuadas y apoyo psicológico.
"Difícilmente te apoyan ahí en el hospital con atención personalizada y las citas te las daban muy retiradas, entonces de repente pues ella caía en convulsiones, no la podía controlar".
Califica como lamentable la triste realidad que se vive en el sector salud y más que en redes sociales los gobiernos anuncian una realidad que no existe, pues se tienen grandes carencias en hospitales y centros de salud.