Rosaura es una joven que tras tener a su primer bebé padeció depresión posparto, ella recuerda que por su corta edad al ser madre le costaba aceptar su situación y lloraba todas las noches por creer que algo podía pasarle a su bebé.
"Yo pensaba que era normal, se llegaba la noche y comenzaba a pensar que cómo tenía a la niña ahí, si se me ahogaba, cómo le iba hacer para ir sola al médico, no había nadie quien me pudiera ayudar, eran las 8 de la noche y estaba atemorizada, con ganas de llorar y palpitaciones bien fuertes y nada me calmaba, la niña padecía de reflujo y normalmente me daba en la madrugada y yo esperando a qué hora iba a empezar".
La joven relata que las noches se convertían en su agonía, pues su inexperiencia hacía que aumentaran sus temores.
"Ya estaba programada, empezaba a llorar, a tener miedo, a no poder dormir, todas las noches, quién te dijo que podía ser depresión? pues la familia, las mujeres, personas adultas, mi mamá me decía que era depresión por la edad y lo que estaba viviendo en esos momentos, como que no me aceptaba que tenía una responsabilidad a mi cargo".
Esta situación duró apróximadamente un mes, pues gracias al apoyo de su familia, Rosaura decidió acudir a los especialistas a que la asesoraran y para evitar consumir medicamentos, decidió acudir a un homeópata, quien le recetó unas gotas que son aplicadas en la piel y que le ayudaron bastante en su estado de ánimo.