Era octubre de 2012 cuando se interpuso una queja contra el Centro Estatal de Hemodiálisis luego de que se negó el tratamiento a personas que no lograban completar el costo de la misma.
En ese entonces, cuando la Comisión estaba a cargo de Roberto Chapula de la Mora, se emitió una recomendación para que se garantizaran medicamentos y tratamientos a los enfermos de insuficiencia renal, sin importar su edad, sexo o situación económica.
Después, en 2016, se denunció la afectación a 12 pacientes y la muerte de tres de estos, por presunta negligencia en el Centro Estatal de Hemodiálisis. En ese entonces, se señaló que los pacientes sufrieron complicaciones en su salud a consecuencia de una alta concentración de cloro en el agua que se coloca en las máquinas de hemodiálisis; y ya se señalaba como responsable al director del Centro, Paúl García Cobián.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos, a cargo de Hermilo Flores Arias, atrajo el caso pero dictaminó que no se comprobaron violaciones a los Derechos Humanos, por lo que archivó la denuncia.