Luis Arcega lleva más de 30 años al frente del negocio de reparación de relojes que comenzó su padre hace 58 años.
El hombre, comenta que el negocio ha evolucionado bastante, pues las piezas de los relojes anteriormente se fabricaban, ahora ya se les cambia la máquina completa.
"Desde que tenía 12 años, reparamos relojes de cuerda, despertadores, de pared, ya ultimamente no se reparan los relojes más bien se les cambia la máquina porque ya todo es curso y antes era hacerle la vara o un eje porque tenemos un torno para hacer cosas".
A lo largo de su trayectoria, ha vivido muchas experiencias con sus clientes, la mayoría han sido gratas, aseguró Arcega. Además comenta que ha visto relojes muy peculiares.
"El más raro un reloj que camina para atrás, para atrás al revés de cuerda pero hace muchos años/y qué es lo que más le gusta de lo que hace? pues relajarme/y qué es lo que más se le complica? pues ya ahorita nada porque ya están hechas como estas máquinas, solo cambiarlas, antes había que reparar los relojes de cuerda".
Con nostalgia, compartió que además del trabajo, su padre le heredó una colección de relojes, todos de diferentes formas y años, mismos que los tiene resguardados en un cuarto, listos para el deleite de las personas, entre estas piezas de gran valor sentimental, destacan los relojes de salón, atmos, reloj de cuco o cucu, entre otros, en donde el más antiguo tiene más de 120 años.