Erika prácticamente desde su niñez se dedica al comercio, a la venta de chiles secos y semillas. Actualmente recorre la mayoría de los tianguis que se instalan en la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez para ofrecer sus productos a su clientela.
"Pues yo tenía como 12 años cuando empecé a venir aquí a los tianguis. Buscan para hacer salsa o sino el chile molido, para la botana, para hacer salsas caseras, pues"
Señala que el comercio no ha sido fácil, pues los altos precios también les han afectado y ellos como comerciantes deben buscar estrategias para obtener sus productos en forma redituable.
"Hay que pagar el transporte, el camión creo que se paga por tonelada, tenemos que traer una cantidad para que nos pueda traer. ¿Es decir, traen para todos los comerciantes? Sí, tenemos que en varios así y ya traemos la tonelada o depende, cada quien trae"
Como mujer joven, su experiencia es notoria y también le gusta transmitir parte de sus conocimientos a su clientela.
"Pues que ve diferente el producto y dice, pues de dónde, y ya pues ya les explico, les digo cómo hacer comidas y ya lo hacen y ya otro día ya llevan más: hay me salió buena la comida"
Sabiendo que el emprendimiento es difícil, Erika está agradecida de contar con su puesto para salir adelante en la vida, junto a su familia.