Juan Manuel Ángeles Macías reconoce que desde hace años su negocio de venta de raspados y tejuinos opera en la informalidad. Sin embargo, después de haber laborado como Contador en una empresa, para él es la mejor fuente de ingresos que pudo encontrar, pues le ha permitido sostener y sacar adelante a otros cinco integrantes de su familia.
Afirmó que su inicio era pasajero, pero ahora suma 15 años vendiendo en el jardín Núñez.
"Pues que cuando se, quebró la empresa en donde estaba se te pagaban cualquier cosa porque, un contador privado o secretariado no te pagan tanto, entonces no te dan buenos ingresos y hay que buscarle. Y esto yo pensé que esto no duraba, pero, buscándole y tratando, sí te da".
Reconoce que ha atravesado por malas rachas de venta y esto se complica cuando se ha enfermado, pues no hay recursos económicos para el hogar y no cuenta con seguridad social.
"Nomás no hay ingresos, te enfermas no hay ingresos. Hay que tratar de no enfermarse, de que no te pase nada, protegerse bien para que no te llegue el Covid, mucha gente, y no trabajes".
"Al hospital, hay que parar al hospital ahí, a ver cómo te valora y lo que te cuesta. No, pues, no, este, la trabajadora social te dice: no pues hay que pagar poquito, no pagas mucho".
Finalmente, Juan Manuel destacó que otro de los problemas que se ha encontrado como vendedor ambulante es que, aun y con 15 años laborando en el jardín Núñez, no siempre ha tenido la facilidad para hacerlo, pues hay administraciones municipales que se han opuesto a ello.
"Sí, con cada presidente que hay, al principio hay problemas, después ya te dan un poco de tolerancia. Hay tolerancia".