A nivel mundial, se diagnostican más de 160 mil casos de cáncer en niños, estimándose que cerca de 90 mil morirán por esta causa, según la Organización Mundial de la Salud.
Estas cifras son proporción reducida respecto al cáncer en general, pero gran parte de estas defunciones infantiles podrían evitarse con un diagnóstico temprano y un acceso oportuno al tratamiento. En países en desarrollo, hasta un 80 por ciento de los niños no tiene dicho acceso.
De acuerdo con el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, en México al año se presentan entre cinco y seis mil casos nuevos de cáncer en menores de 18 años, entre los que destacan las leucemias, que representan el 50 por ciento del total; linfomas el 15 por ciento, seguido de tumores al sistema nervioso central. Eso ocasiona una incidencia estimada de 122 casos por millón al año.
La leucemia linfoblástica aguda es un desorden maligno en las células que producen la sangre, que afecta a los glóbulos y plaquetas. Se origina en la médula ósea y es más común en edad preescolar.
Con información proveniente de estadísticas vitales, existe evidencia de que en México, durante el periodo de 2011 a 2016, los porcentajes de mortalidad por leucemia muestran una significante diferencia por sexo, siendo mayor el número de féminas las que fallecieron por esta causa en relación al número de masculinos, con excepción de los años 2013 y 2016, cuando los fallecimientos de los niños y adolescentes por esta causa superan las defunciones de las mujeres en 0.6 y 1.6 puntos porcentuales, respectivamente.