Las bebidas adulteradas en diferentes bares o restaurantes de Colima no son probables, ni negocio, aseguró Felipe Santana presidente de CANIRAC.
"Aquí en Colima es una práctica que principalmente los restauranteros no la fomentamos, no la hacemos, digo, eso malo para los negocios. Creo que el paladar o el gusto de los consumidores se detecta muy fácil. No tenemos ningún reporte de ningún restaurante, bar o establecimiento conocido en donde haya tenido alguna queja o algún reporte."
Afirmó que una de las razones por las que no se pude dar es que es difícil engañar al paladar de los colimenses e inmediatamente se enterarían de cualquier sustancia no perteneciente a la fórmula de un trago.
"Están muy bien vigilados, de hecho, los restaurantes tienen cada cierto tiempo, y a la misma vez los expendios que venden alcohol, séase Sam´s, los lugares establecidos, hasta los kioskos y Oxxo, tienen verificaciones, y estas verificaciones constan de ir a revisar los marbetes que incluyen la botella y las facturas que amparan esa compra, entonces por ese sentido al ser colima tan chiquito es muy fácil de ser verificable"
Aseguró que todo este seguimiento hace que les obligue la ley a seguir un protocolo de destrucción de botellas, pues al destruir la botella comprueban que no se use estos embaces para servir sustancias que no sean las que marca la etiqueta. También advirtió que no tiene noción de que esto se dé en Colima.
"Los restaurantes, o los bares, o los hoteles, o en ese sentido en donde se pueda escuchar que están manipulando, están manejando una bebida adulterada pues es muy rápido de se corra el rumor y que no sea negocio ¿no?"
Acepto que Colima es un gran consumidor de bebidas embriagantes por lo que costaría mucho que no se percataran los consumidores de esta práctica de adulterar tragos, y reafirma que los restauranteros no ven esta práctica como buen negocio.