Disminuyó a menos de la mitad el número de pruebas que los Centros de Atención Primaria en Adicciones (UNEME-CAPA) realiza en la niñez y juventud del estado de Colima para detectar riesgos de adicciones. Así lo informa en un comunicado la Secretaría de salud.
Detalla que en 2018 se aplicó el tamizaje a casi 10 mil alumnos adolescentes, mientras que en 2019 los CAPA tamizaron sólo a 4 mil 313 alumnos del nivel básico.
En ambos años prevalece el patrón de riesgo en el cual se refleja que 30 a 35% de adolescentes y jóvenes estudiantes tienen riesgo en salud mental, el 20% tienen riesgo de uso de sustancias y de 15 a 20% tienen riesgo total, lo que significa que estos estudiantes necesitan recibir atención por adicciones.
En estas evaluaciones se somete a las personas a un cuestionario para detección de los siguientes tópicos: conducta agresiva delictiva, interés laboral o personal, nivel educativo, relaciones con amigos, relaciones familiares, salud mental, uso de sustancias o riesgo total con todos los indicadores.
Lo anterior requiere de mil 500 a 3 mil 500 horas terapeuta para atender a estos adolescentes. El área donde existe mayor riesgo es la que se refiere a las relaciones con amigos, inclusive hasta situaciones de bullyng, seguida por nivel educativo, relaciones familiares y conducta agresiva delictiva.
Estas actividades d detección se llevan a cabo a través de los Centros de atención primaria en adicciones de Colima, Tecomán y Manzanillo.