Él es don José Santana Batista, quien a los 50 años le fue amputada una pierna a consecuencia de la diabetes que padece desde hace 13 años y por no cuidar su salud correctamente.
"La perdí por medio de la diabetes de la enfermedad, pero estaba bien, pero yo tenía muchos años yendo a Talpa a pie y en una de esas me apoye la plata de los pies y nunca me cuide y ahí me empezaron a amputar un dedo, dos dedos tres dedos y duré cinco o seis años así malo".
Dedicado a la cerrajería que tiene en su casa, el señor recuerda que a pesar de las buenas intenciones y tratamientos de los médicos y el apoyo de su familia no fueron suficientes para que la infección sanara, se cansó de entrar y salir de los hospitales por lo que tuvo que tomar la decisión más difícil de su vida.
"En una ocasión me abrieron en medio de la planta del pie de un lado y en medio, estaba en tratamiento y a cada rato estaba yendo al hospital, entonces me internaban y de tanto ir ya me había enfadado y pues le dije sabe qué doctor ya me enfade ya no quiere hagan algo y me dijo hay que mocharte el pie y dije adelante y pues aquí estoy".
Dos años después dice aquí está con toda la paciencia del mundo, tomando terapias psicológica, rehabilitación, dado forma al muñón de su pierna para en unos meses ser candidato a que le regalen una prótesis.
"Me faltaba que el muñón desinflamara un poquito más que se me acomodara, se me hiciera cono y tuviera resistencia para que se me acomodara, entonces todavía me falta un poquito más digamos un mes dos meses nada más quieren que me prenda bien para darme la prótesis para que no me lastime".
Por su esposa, indica hoy se cuida más que antes, ayuda en las labores del hogar y atiende su pequeño negocio que le permite salir adelante.