A Don Jaime Reyes, en su niñez, le tocó vivir lo que es realmente la pobreza, por ello desde los siete años de edad, en lugar de ir a la escuela, tuvo que salir a trabajar a un taller de calzado y después a limpiar los cines en el municipio para poder comer; a los doce años, su cuñado Pedro lo invita a trabajar en una herrería y fue ahí donde inició con el oficio que hasta la fecha le ha dado para sacar adelante a sus cinco hijos. Hoy ante la pandemia, tuvo que vender su camioneta para poder comer, ya que el trabajo bajó hasta un 80% y aunque a la fecha la reactivación no ha sido la mejor, asegura que al trabajar con 4 de sus hijos, se ayudan para la comida. Don Jaime, a sus 72 años de edad, asegura que cualquier turbulencia que pueda existir en la vida o en esta pandemia, siempre afectará menos si existe unión familiar y escogen un trabajo u oficio que disfruten realizarlo.