Provenientes de Comala el abuelo y el padre de David González García se dedicaron a la elaboración del Tejuino, un brebaje que es descrito por nuestros antepasados como la bebida de los dioses y que Don David lleva preparando por más de 30 años, y que hoy, es el último de los maestros tejuineros de su familia.
"mi papá me dijo; "Mira si quieres te enseño a lo que yo hacía, pero ahí tú sabes si le sigues el giro" ahí le empecé a calar a ver qué tal, si se vendía, y si ahí nos quedamos, ya tengo como treinta años. Empecé como jugando, ya me quedé."
A pesar de haber empezado en rancho de villa se ha expandido a el jardín central de la villa y a san francisco en donde ya ha sumado 10 años de trayectoria, en los que ha encontrado algunas dificultades para continuar con su negocio.
"Y luego el colmo de los males es que a veces estaba tapizado de gente y luego llegaban los de vía pública, y no que aquí no se puede vender, como siempre, y ésa era otra traba que yo tenía también. Poco a poco ya me fui dando cuenta cómo estaba la cosa y ya, sacamos permiso aquí y allá ¿verdad?"
Llegó a donde está después de solicitar permiso para laborar en rancho de villa, pero le ofrecieron quedarse en San Francisco. El ser tejuinero le dio las satisfacciones de aportar dinero a su casa, el poder dar educación a sus hijos y el ser parte de la cultura gastronómica de Colima.
"Pues somos artesanos ¿no? Gastronómicos de aquí de Colima, tradicionalistas de bebidas típicas. Entonces es una satisfacción el seguir. Lo que si me da tristeza es que se han ido muriendo los viejos y ya no siguen el giro los hijos, eso es lo que me da tristeza. En mi caso mis hijos están estudiando su carrera cada quién y también se va a cortar la hebra, están pasando muchas.
Don David seguirá haciendo su lucha, y trabajando hasta que el cuerpo aguante no dejará morir la tradición de sus ancestros pues sabe que si no es él alguien más seguirá vendiendo la bebida de los dioses.