Todo comenzó como una necesidad, la situación económica familiar fue lo que impulsó a Ángel Barreto Arias a involucrarse en el trabajo del campo desde muy pequeño.
Y es que a la muerte de su padre, sus hermanos emigraron a los Estados Unidos en busca de una mejor vida y fue Barreto Arias quien se tuvo que hacer cargo de las tierras.
"La situación del campo era insuficiente para una familia numerosa y gracias a la migración de mis hermanos, la familia también con gran esfuerzo administraban los recursos que enviaban para el resto de la familia".
Barreto Arias sostuvo que las tierras del municipio de Cuauhtémoc son fértiles para el cultivo de caña y arroz, por ello, es que se interesó en este último producto.
El hombre de 58 años de edad, señala que a lo largo de las más de cuatro décadas que lleva dedicándose al campo, la forma de cultivar ha cambiado en gran medida.
"Anteriormente teníamos un cultivo 100 por ciento orgánico, no utilizaremos ni siquiera fertilizantes, ni herbicidas, ni insecticidas, era pura mano de obra, incluso se araba con yuntas o tronco de bestias, eso prácticamente lo hacíamos sin ningún costo, únicamente con el esfuerzo del fornal".
"De tres toneladas dimos el paso a siete toneladas pero ya tienen bastante químicos/esas toneladas que se incrementaron en cuanto a la producción pues no es más que otra cosa más que la utilidad para quienes nos venden los productos que aportamos a la tierra pero si tuviéramos ese producto orgánico tenga por seguro que tendríamos más utilidades que las que tenemos ahorita/
Ángel describe su trabajo en el campo como su forma de vida, tiene altas y bajas pero es la principal actividad en el municipio.
"Para mi es algo muy bonito yo andando en el campo me olvido de problemas, compromisos y todo lo que existe".