Los hermanos Amado Ortega aprendieron el oficio de elaborar equipales de su abuelo José, quien por 80 años se dedicó a trabajar la madera, el bejuco, el Ixtle y el cuero dando distintas formas de sillas, bares, bancos y mesas, entre otros para sacar adelante a su familia y enseñar a sus hijos, quienes hoy intentan que no se pierda este oficio y confían que aunque mueran ellos lo continuarán
"A mi papá lo enseñó a hacer equipales y a mi papá a mi me enseñó mi papá y mi abuelito, ¿ hace cuantos años ? ya tiene rato como unos 30 años ¿ es difícil hacer equipales, cómo es? es fácil, pero trabajoso porque a puro machete se va uno y hay que hacer los palitos, amarrar y todo, barnizar, pintarlos ponerles dibujos".
Miguel Ángel explicó que él impulsa que sus hijos vayan a la escuela y aprendan otras cosas, pero también les pide que le ayuden en el taller aunque sea de vez en cuando, por ello César el más grande también se involucra en el oficio familiar.
"En veces me ayuda a pintar los equipales ¿porque no lo ha aprendido como usted lo aprendió de su abuelo? porque está yendo a la prepa y él se dedica mejor al estudio".
A pesar de lo laborioso que resulta en ocasiones este oficio, Miguel junto con sus hermanos consideran que el gusto por tener un equipal en la casa nunca se perderá y esto permitirá que su descendencia siga trabajando.
"No se ha perdido la tradición de los equipales, todos hacemos ese oficio de los equipales se salen de la escuela y mejor se ponen hacer equipales ¿ les va mejor económicamente ? no es un trabajo medio difícil, porque es un trabajo a pura mano, comprar el material y a veces no tiene uno para el material y es difícil para hacerlo no es cualquier cosa para hacerlo".