Emigró de la formalidad a informalidad para mejorar

Xochitl Preciado comenzó junto con su esposo a trabajar en un estanquillo de la secretaría de salud hace más de 20 años, por cuestiones de remodelación tuvo que emigrar a un local en donde más tarde ya no pudieron ofertar sus productos de manera formal por cuestiones ajenas a su voluntad.

"Entramos adentro porque la esposa del doctor Cristian nos ofreció un estanquillo durante tres años pero empezaron a remodelar y no salimos y la maestra nos prestó su cochera y estuvimos un tiempo, después como no le hacían descuento nos venimos enfrente con la camioneta y los del ayuntamiento nos ofrecieron que nos pusiéramos aquí, pagamos todo, al ayuntamiento y hacienda".

Por tal motivo, decidieron establecerse en el parque Hidalgo de la capital, en donde desde hace poco más de 11 meses ofrecen antojitos mexicanos.

"Hay gente que vienen de la Villa y de otros lugares, hay gente que vienen a los servicios de Tecomán y Manzanillo y vienen a echarse su taquito, las tortas, tostadas de cuerito, tacos tuxpeños, y los guisaditos, los bolillos rellenos".

Ahora ya no tienen que pagar renta, luz, hacienda, entre otros requisitos para poder mantener activo su negocio, y aunque las ganancias no son muchas, al menos les queja para sacar adelante los gastos del hogar.

"Muy bien no pero por lo menos estamos agusto tranquilos, quisiéramos que diario nos fuera muy bien pero el comercio así es días buenos y regulares, malos no, regulares y buenos, pagamos nada más al ayuntamiento el permiso/hay personas que se van contentas y hasta propinas nos dejan y hay de todo".

Xochitl señala que se siente muy contenta, pues en su trabajo hace lo que le gusta que es cocinar e interactuar con las personas.

"El ambiente y no tienes al patrón que te esté fregando, trabajas cuando puedes y si amaneces malita pues no, así es como fallamos a veces por alguna situación en la casa y no venimos/está fresco y agradable y hasta música ambiental".